Nombre

Se dice que el nombre es la palabra que designa y distingue a una persona o cosa.  Por ejemplo Adán significa “varón”,  Eva “mujer” y Abel “hálito”.  En el pasado se le ponía nombre a un hijo o hija en base a lo que éste significaba en el embarazo de su madre o al momento de nacer.  También significaba el deseo que se tenía del logro que éste pudiera obtener.  Así que en una cultura nómada se le ponía el nombre del lugar en que nacía la criatura o lo que se quería que el tal alcanzara en el devenir del tiempo.  Se quería que el nombre que se le asignaba fuera una oración de bendición que se extendía sobre él o ella.  Cada vez que alguien mencionaba su nombre pronunciaría una oración a su favor o daba un testimonio favorable de parte de Dios hacia este.

Hoy se da gloria a cualquier cantante aunque sea un satanista, por ejemplo.  Hay quienes han sido tan osados que hasta han nombrado a su hijo con el nombre de Satanás, naturalmente que querían mandar un mensaje con eso. 

Esto contrasta con la enseñanza de Dios quien cambió el nombre a Jacob que significa “engañador” por Israel que es “Príncipe de Dios”.  E l pueblo de Israel es conocido por ese nombre.  Pero todavía muchos padres siguen con aquello de:  Esculapio, Plutarco, Telemaco, Delgadino, Abundio, Beremundo, Nepomuseno, etc… La hermosa profecía de Isaías, setecientos cincuenta años antes, dijo: “Porque un niño os es nacido, hijo os es dado, y el principado sobre su hombro y será llamado su nombre: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz…”  Ese es Jesús.

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