Consejo

Muchas personas desconocen del duro trabajo de un pastor. Entre sus responsabilidades mayores está la dura tarea de la predicación. Se trata de aquello que llevará la oveja a su interior, que le sostendrá, que se hará suyo y que será   fuente de energía para atender sus necesidades, aún aquellas que son sumamente apremiantes. De eso se trata.

Entonces, ¿a dónde acudir en busca de eso que es para ella tan importante? ¿A nuestra experiencia? Sin duda es importante como un renglón que añadir. ¿A nuestra preparación del conocimiento humano? También es importante conocer esos comportamientos colectivos.

Entonces meditamos profundamente… o de seguro en Dios quien le creó y sabe cómo funciona, como decimos a veces, refiérase al fabricante. Entonces es asunto de ir al Rey, a la autoridad de quien somos heraldos.

Entonces frente a Él, mientras vemos su hermosura, mientras nos llenamos de su sabiduría eterna, esa que dura pues es para hoy y para la eternidad, estamos listos para regresar a la oveja, por tanto está en nuestras manos eso que la oveja huele y conoce. Entonces lo come, lo disfruta, no importa contenga alguna porción amarga, sabe que viene del Rey y que le llevará a la paz y a la seguridad.

¿Rezo?

Con mucha satisfacción, el representante sometió su proyecto “Ad-Hoc” (para un fin) en aras de definir el idioma de su grupo autóctono. Todos sabían que su trabajo era “ad-honoren” (sin recompensa) pero lo hacía “ad-libitum” o “ad-nutun” (a voluntad).

Cumplía con su conciencia “ad pedenliteral” (al pie de la letra), quería perpetuar su memoria (“ad perpetuan rememoriam”). Claro que tuvo que consultar a un juez mayor (ad-quem). Este le dijo que tenía que ser “ad referendum”, o sea a condición de su aprobación por quien tenga el poder, todo esto “ad valorem” esto es de acuerdo al valor que tenga.

Naturalmente que el estaba un tanto nervioso al presentar esta medida, pero él lo hizo del modo “in momini agnus dei” (en el nombre del cordero de Dios). Quería que sus representados se sintieran felices y seguros “non plus ultra” (hasta lo último).

Así que es importante conocer su país, sus defensores y todos sus representados a fin de ejercer para ellos, aquellas cosas que le benefician y le dan seguridad.  A eso añadir el conocer el latín para incluirlo allí pues como es un idioma detenido, no tiene una real academia que lo cambie y así queda… o mejor buscar el conocimiento de Dios.  ¡Gloria in exelsis deo!

¡Seguir!

Conocemos a Sócrates, el famoso sabio griego y conocemos a Jenofonte el extraordinario escritor ateniense. Se dice que la grandeza de la vida de éste surgió a partir de un encuentro que tuvo con Sócrates en una callejuela de su ciudad. El sabio le cerró el paso con el bastón y le preguntó dónde podría comprar unas cosas, a lo que Jenofonte le contestó con toda cortesía.   

Luego Sócrates le preguntó – “¿Sabes donde se hacen los hombres buenos y virtuosos?”  La respuesta fue: – “No”. A esto le respondió el sabio: – “Pues, sígueme y aprende”, cosa que ocurrió a continuación sin pérdida de tiempo.

Es interesante las palabras del sabio “sígueme y aprende”.  Jesús dijo a sus discípulos: “Seguid en pos de mi”.  Seguir a Jesús se convirtió en una extraordinaria aventura.  Ellos fueron testigos de una variada gama de encuentros con gente que enfrentaban diversas circunstancias.  Cada una de ellas eran resueltas ya fueran situaciones de hambre, enfermedad, conflictos, posesión de demonios, falta de de sabiduría, llanto, frustración.  “Sígueme y aprende” parece renovarse día a día la indicación.  Cada experiencia nos lleva a crecer cada vez más.  Hay que seguir, hay que aprender.  No puede haber tiempo de parar.  ¡Adelante!

Anciano

Hablar de algo viejo es referirse a cosas que ya perdieron su valor por falta de eficiencia y ser menos práctico frente a otras modernas y mejor dotadas para la realización de tareas.

Esto me recuerda a un poco creíble viejo que yo conocí, que hablando entre borrachos dijo que hacía años, mientras cortaba caña, dejó olvidado su termo de café marca “Aladdin”.  Lo dejó recostado de un árbol y ese día no tomó el desayuno por avanzar, pues era el último día de la zafra.

Al año siguiente cuando cortaba en el mismo lugar …allí mismo estaba.  Así que lo abrió, se lo sirvió y ese café aún estaba “calientito” y dijo: “Ya hoy no se fabrican los termos tan buenos como aquellos viejos de antes.” 

Pero hay una diferencia entre viejo y anciano.  El verdadero anciano es un caudal de virtudes acumuladas, que tímidamente, cuando le dan la oportunidad de hablar, habrá que oírlo para disfrutarlo.  El proverbista dijo: “la hermosura de los ancianos es su vejez.”  Entonces, anciano, es momento de exhibirla.  El apóstol Pablo dijo que cuando la “supuesta vejez” avanza realmente nos estamos perfeccionando interiormente.  ¿Cómo te va?

Nombre

Se dice que el nombre es la palabra que designa y distingue a una persona o cosa.  Por ejemplo Adán significa “varón”,  Eva “mujer” y Abel “hálito”.  En el pasado se le ponía nombre a un hijo o hija en base a lo que éste significaba en el embarazo de su madre o al momento de nacer.  También significaba el deseo que se tenía del logro que éste pudiera obtener.  Así que en una cultura nómada se le ponía el nombre del lugar en que nacía la criatura o lo que se quería que el tal alcanzara en el devenir del tiempo.  Se quería que el nombre que se le asignaba fuera una oración de bendición que se extendía sobre él o ella.  Cada vez que alguien mencionaba su nombre pronunciaría una oración a su favor o daba un testimonio favorable de parte de Dios hacia este.

Hoy se da gloria a cualquier cantante aunque sea un satanista, por ejemplo.  Hay quienes han sido tan osados que hasta han nombrado a su hijo con el nombre de Satanás, naturalmente que querían mandar un mensaje con eso. 

Esto contrasta con la enseñanza de Dios quien cambió el nombre a Jacob que significa “engañador” por Israel que es “Príncipe de Dios”.  E l pueblo de Israel es conocido por ese nombre.  Pero todavía muchos padres siguen con aquello de:  Esculapio, Plutarco, Telemaco, Delgadino, Abundio, Beremundo, Nepomuseno, etc… La hermosa profecía de Isaías, setecientos cincuenta años antes, dijo: “Porque un niño os es nacido, hijo os es dado, y el principado sobre su hombro y será llamado su nombre: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz…”  Ese es Jesús.

Labor

La realización del trabajo ha estado con el hombre desde su creación por Dios. Pero cuando este pecó ante Él, el creador le añadió esfuerzo arduo como castigo. Es muy terapéutico el trabajar para invertir tiempo, ejercitarse y obtener dinero para intercambio de bienes necesarios.
Así que cada uno busca proveerse de una profesión como maestro, abogado, médico o ingeniero.  También otros escogen la industria, el comercio o la asesoría.  Están disponibles los oficios como carpintero, albañil, plomero o zapatero, entre otros. Desafortunadamente, muchos optan por la vagancia o la delincuencia.  Eso los lleva a la ratería o al latronismo.
Muchos se pintan de «importantes» y se dan a la vida de pandillas de rufianes o gangster.  Estos visten bien y se cuelan en altas esferas. Procuran escapar al sudor y finalmente sudan sangre porque antes se la hicieron sudar a otros.  Es mejor ser un simple jornalero y llevar a la casa pan de paz y amor. Eso es lo que Dios siempre ha querido. ¿Qué te parece?

 

Nazaret

Jesús nació en Belén de Judea y se crió en Nazaret. Esta ciudad pequeña en las montañas no se menciona en el Antiguo Testamento. Su significado es “torre de atalaya”. En los tiempos de José y María se le llamaba aldea, en ese bello lugar de la sierra del Líbano. No tenía fama si no de un lugar poco importante. De hecho cuando Nataniel conoció que Jesús era de allí, preguntó en forma despectiva: ¿Podría salir algo bueno de Nazaret?

Nazaret estaba en un valle en medio de las colinas al sur de Galilea, alguien que sube a sus lados vera las aguas del mediterráneo y sabemos que de allí, hacia los confines de la tierra. También desde ese lugar se domina la ruta hacia Damasco y hacia Egipto, puente terrestre con África, una de las rutas más importantes del mundo.

Por ahí recorrió José hacia Egipto, la misma que recorrió Alejandro Magno. También la tomo Napoleón Bonaparte. Se llamaba “El camino del sur” o “El camino del mar”. Desde ese lugar se tomaba también la ruta hacia Tolemaida, hacia el Imperio Romano era importante Nazaret… de la región de Galilea,  y si no lo era, guardo su importancia para que José, esposo de María, estableciera su casa y su taller de carpintería. Para él y para nada más y nada menos que Jesús… Jesús que vino de la eternidad, para la tierra, para ti, para mí y para la eternidad, amen.

Shalom

En alemán se dice “friede”, en francés  es “paix”, en inglés es “peace”, en italiano “pace”, en hebreo es “shalom”, en portugués y español es “paz”. Es interesante que en estos dos últimos idiomas, solo tengan tres letras.  También tiene un final silencioso, a diferencia de su antónima guerra, que tiene ese doble rugiente sonido que recuerda a los furiosos cánones.

Guerra, es grito de los violentos que quieren imponerse por el encendido de las armas mortales y ruidos explosivos.

De pronto en la historia se oye un comunicar, es un coro de ángeles que cantan sobre unas colinas de Belén. Sus dulces voces dicen: ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz , buena voluntad para con los hombres!

Anunciaban el nacimiento de un niño que se había profetizado que será príncipe de paz. Este tendrá la virtud de poner en el ánimo tranquilidad y sosiego .Quitará la enfermedad que trae desvelo. Atemperará las conciencias atormentadas. Libertará a los presos de las cárceles angustiadoras; reconciliará a los hombres para con Dios, para libertad y purificación de sus espíritus. Jerusalén vio a Jesús hecho hombre por sus calles en medio del vocerío de la gente aclamándole. Pronto le arrestaron, lo juzgaron y sentenciaron a muerte sin piedad. El dijo que no traía paz sino espada. Sus seguidores la han tomado con amor.

Cátedra

Por las calles de Atenas se cruzaban los filósofos.  Era una bendición si alguien podía detenerlos y lanzarle una pregunta sabiendo que el cuenco de la sabiduría se abriría y se derramaría abundantemente.  No obstante lo usual era que los sabios tenían discípulos.  Estos esperaban ansiosos a los maestros.  Cuando los maestros llegaban, depositaban sus cateras o caderas, esto es, se sentaban y a continuación se oía la enseñanza.

Así que la cosa comenzaba con la sentada del maestro, seguida por la audiencia que hacía lo mismo para oír con gusto la enseñanza.  Todo parecía descansar en las cateras y de ahí la importancia de eso. Se comenzó a decir: ”Vamos a la catera”.

Este es el origen de la palabra catedral. Hoy, cuando nos referimos a esta palabra, sugerimos a la mente a un lugar con techo muy alto, con un sonoro órgano donde mucha gente naturalmente, se sienta. Entonces comienzan a mirar la suntuosidad del lugar y admiran allí a los que se reúnen y a los que de alguna manera realizan su trabajo.  Luego al terminar comentan la fastuosidad de todo aquello… pero ¿y la cátedra? ¿Qué se aprendió? ¿Cómo responderemos ante situaciones que enfrentaremos cada día?  Creo que tendremos que regresar a la catedral con otra mentalidad.

¡¿Signos!…?

¡Los signos ortográficos! ¡Cómo me molestaba la maestra con aquello de: Samuel, se te olvidaron otra vez”.  ¿Cómo? ¿De veras? (Se volvió a repetir.)  “Tengo que aplicarme una disciplina para eso.

Eso de la letra mayúscula al empezar y las minúsculas dentro del escrito, los signos de pregunta y admiración, el punto final, los acentos, los tres puntos y la diéresis, para evitar no decir Mayaguez en vez de Mayagüez, el punto y la coma.

Que no falte la “hache”, aunque no suena, tiene que estar allí y punto.  Tampoco te equivoques.  No confundas la “ye” con la “elle”, ni la “jota” con la “ge”. Siempre pon la “tilde” sobre la “ene” cuando vayas a escribir lagaña porque si no, te referirías a “lagana” de hacer algo.

Marca la diferencia entre el guión y la raya que indica una expresión; y los asteriscos,  los paréntesis, la coma, las comillas, los dos puntos, etc., etc., etc.  & % ¡$ ¿@ ! ( ¿ ) ; : ” ’. , /

¡Qué revolú! Menos mal que cuando Dios habla, lo hace con claridad. ¿No te parece?