¿No has notado que en cada familia de varios hijos, los menores son más altos y robustos que los mayores? Si, así es, con muy pocas excepciones, esto es muy notable.
Pertenezco a una familia de ocho hermanos, y en una ocasión que estaban de visita en mi casa, tuve la oportunidad de tomarnos un retrato. La escala resultó en una línea ascendente a la vista siendo el mayor el más bajo y el menor el de mayor estatura.
Esto es muy real y tiene una explicación. Si tomamos el ejemplo de un nido de aves se ve claramente. La mamá pone digamos seis huevos. Es natural que no los pone todos a la vez, así que nacerán unos primeros y así sucesivamente todos los demás.
Cuando nace el primero, tiene todo el nido para él. Así que se estira y tiene todo el alimento que le suple su mamá. Pero luego vendrán más y más. Habrá competencia por espacio y alimento entonces los mayores comenzarán a empujar a los menores hacia afuera. Ahora Dios en su misericordia fortalece a los menores para soportar el ataque.
En las familias humanas ocurre igual. Por buenos que sean los padres, los mayores estrenan cunas, ropa, zapatos, etc. y los menores reciclarán… Esto naturalmente por el rendimiento de estos artículos y por la economía inherente a cada familia… Pero, cuidado, hijos menores, pues esas fuerzas recibidas si no se canalizan los llevarán a la rebeldía y a la dureza de la voluntad. ¿No lo has notado?