SANIDAD

oleo-da-uncaoCada ciudad tiene su encanto.  Se dice que Mayagüez sabe a mangó. Aguadilla tiene su ojo de agua, Nueva York la estatua de la Libertad y París, su Torre Eiffel.  ¿Qué tiene tu ciudad?  En la Biblia leemos que Galaad era famosa por un bálsamo que se producía allí, que mucha gente llegaba cuando estaban en problemas. Jacob huyo allí cuando escapaba de Labán, su suegro. Los israelitas se fueron a Galaad cuando fueron perseguidos por los filisteos. También David se fue allá huyendo de Absalón. En los días de Moisés, esta ciudad fue llamada ciudad de refugio.

Lo cierto es que cada uno tiene una ciudad a donde escapar por algún encanto o atractivo de éstas. Los puertorriqueños se van a la Florida, los mejicanos a California y los dominicanos a Mayagüez. ¿A dónde huyes tú en tiempos de aflicción? ¿Cuál es tu Galaad?

La verdad es que muchas veces buscamos la solución a nuestros problemas en lugares distantes. Pero muchas veces no hay el dinero suficiente para el boleto del avión y para la estadía. Así que las circunstancias se complican más.

Pero tal vez se te escapa en tu mente que en tu ciudad hay muchos edificios que tienen un rótulo cada uno. Unos dicen » Iglesia Evangélica», otros dicen «Evangélica Iglesia». Tu como que los lees y ves que dicen lo mismo. No te has detenido a leer bien. Lo que allí dice es: Galaad. Lo que te están comunicando es que allí hay aceite. Lo que te están diciendo es que allí hay unción con aceite fresco de Dios, del Espíritu Santo. Que allí se ofrece una palabra consoladora de Dios para la angustia del alma.

¿Por qué andas buscando «Sangría de Fido» de aquí, o el caldo gallego de allá? Dios es tan bueno. Hay ancianos que viven solos en sillas de ruedas. Estos realmente están en penosas situaciones. Para esos, el aceite de Galaad está tan cerca como el cierre de sus ojos. Estos apagan su vista, y comienzan a decir, Dios de Galaad, de Jerusalén, de Ponce y Fajardo, ven a mí.

¿Por qué vivir con dolor? Estos son indicativos de que algo anda mal allí, donde duele. Pero hay que acudir a dónde y cómo y con qué se alivia ese dolor. Busca a Jesús, el sanador de toda situación del hombre.