DIFERENCIA

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Los animales oyen, ven, huelen, gustan y sienten al contacto de su piel.  Tienen muchas cosas en común con el hombre, pues se aparean, gestan y producen como ellos.  Hacen “casas” donde vivir y muchas cosas más, pero no tienen un lenguaje articulado y comprensible como los humanos.

Aunque tengan una “voz” específica, cada uno solo le sirve para comunicarse con su pareja más directamente.  No tienen una expresión fonética como la nuestra.  Así que no expresan palabras, ni acento ni tienen un dialecto sino tal vez imaginable por aquellos que están más en contacto con ellos.

Su onomatopeya, imposible de tener una lingüística como tal, con cláusulas, gramática, literatura, locución, oratoria, dicho o discurso.  Tampoco podrán jamás pronunciar un sermón etimológico o léxico.  No pueden traer nada de raíz oral, verbal o políglota.  No se les escuchará nunca narrar, recitar, charlar, traer metáforas o cosas con estilos similares…

…bueno, estaba hablando frente a mi perro, pero éste se aburrió y se fue.  Pero como todavía tú estás ahí, quiero decirte específica, seria y rectamente que Jesucristo es mi Salvador, mi Sanador, mi Santificador y mi Rey que viene a esta tierra por mí….y se entiende claro.

Te lo digo porque sé que al leer este artículo notas mi entender y puedes pasar juicio sobre él.  Sabes que te digo la verdad.  Esto requiere una respuesta de aceptación o rechazo…pero yo sé que tú lo recibes y ofreces una contestación afirmativa.

 

Sí. Eso fue lo que oíste, sí. Se refiere a esa respuesta producto del bregar interior del individuo, cuando este cae en tiempo. Cuando ha reflexionado y concluido un asunto que requería meditación. Alguien a su lado le podría decir: “¡qué bueno que cerraste ese caso!” Tienes un rostro nuevo.
Esa era la respuesta positiva que esperábamos de ese alguien. Cuando nos la dieron, la celebramos juntos. Porque no estábamos preparados para recibir un no, como respuesta negativa, que echaría todo por la borda.
A veces recibimos un sí condicionado. Aunque es una respuesta afirmativa, se nos impone una serie de condiciones, que a pesar de haber sido un sí, el que nos dieron, casi nos sabe a un no. Naturalmente no de un todo, pues tanto el sí como el no, son separados o aislados. Sólo que le llamamos el sí condicionado.
También quiero hablarte de otro sí. Es hermosa la puntualidad, pues trae una concordia que aleja tanto un sí, como un no, porque se impuso lo correcto. No obstante entre los seres humanos, las angustias ocultas, no pueden quedar por siempre sepultadas. Cuando se encuentran dos personas, a veces una de ellas, dice dentro de sí: “si él supiera mi dolor”… Si continúa en esa dirección, sacará para afuera todo eso de sí. Entonces comenzará un hermoso alivio.
Triste es cuando cargamos facturas internas, con pensamientos tales como: ”a la primera, si me da un motivo, lo demando”. Pero hay alguien que te está llamando, y le estás diciendo, no, ése es Dios. Si le dices sí, todo cambiará contigo. Hay una respuesta detenida dentro de ti, que quiere ser liberada. Si lo haces, verás la diferencia. Di hoy, sí Señor. Sí quiero, sí voy a ti. Sí, iré a donde sea. Sí, iré como sea.